El plan casi perfecto(avance)
En el presente ensayo autobiográfico
se pretende defender la tesis frente a lo que es capaz un estudiante para poder alcanzar sus
objetivos académicos, sin importar que esto llegue a afectarlo de múltiple
maneras. Para defender esta tesis, pretendo basarme en una experiencia
personal: el chancuco que realice en grado decimo con ayuda de todos mis
compañeros, este resulta ser un ejemplo que mediante sus argumentos, lograra
cumplir y abarcar todo lo que se pretende defender en la tesis, eso sí mediante
argumentos válidos y concretos.
Había pasado un año maravilloso durante mi transcurso por décimo grado
había sido satisfactorio, hasta el momento no tenía ninguna materia perdida, a
pesar de que la dificultad académica del año era bastante alta. Faltaban dos
semana para salir a vacaciones y pasar por fin al anhelado once grado para
poder ser los seniors del colegio Internacional Los Cañaverales. Así es
nuestro colegio tenía una carga académica sumamente alta, y esto radica en el hecho
de que nuestro colegio había adquirido el bachillerato internacional, esta acreditación
consta en que a los estudiantes se les dará una enseñanza que se basara con
enseñanzas europeas, americanas entre otras, dándole así a los estudiantes una conexión
académica de muchos otros países que nos darán un desarrollo mucho mayor en el conocimiento.
El plan casi perfecto
En el presente ensayo
autobiográfico se pretende defender la tesis frente a lo que es capaz un estudiante para poder alcanzar sus
objetivos académicos, sin importar que esto llegue a afectarlo de múltiple
maneras. Para defender esta tesis, pretendo basarme en una experiencia
personal: el chancuco que realice en grado decimo con ayuda de todos mis
compañeros, este resulta ser un ejemplo que mediante sus argumentos, lograra
cumplir y abarcar todo lo que se pretende defender en la tesis, eso sí mediante
argumentos válidos y concretos.
Había pasado un año maravilloso durante mi transcurso por décimo grado
había sido satisfactorio, hasta el momento no tenía ninguna materia perdida, a
pesar de que la dificultad académica del año era bastante alta. Faltaban dos
semana para salir a vacaciones y pasar por fin al anhelado once grado para
poder ser los seniors del colegio Internacional Los Cañaverales. Así es
nuestro colegio tenía una carga académica sumamente alta, y esto radica en el
hecho de que nuestro colegio había adquirido el bachillerato internacional,
esta acreditación consta en que a los estudiantes se les dará una enseñanza que
se basara con enseñanzas europeas, americanas entre otras, dándole así a los
estudiantes una conexión académica de muchos otros países que nos darán un
desarrollo mucho mayor en el
conocimiento.
Empezamos a estudiar y reunirnos casi todos los días de la semana, el
problema de estudiar así es que salíamos aproximadamente a las 12 de la noche y
yo llegaba a mi casa a la una de la mañana, para despertarme a las cinco e ir
al colegio, repitiendo esta rutina todos los días. Cansados de esto, en una de
las reuniones, nos preguntamos, “¿de qué manera podemos inventarnos un método
para terminar el año bien y con menos carga académica?” De esa inocente
pregunta nació la “gran idea” de ayudarnos entre todos. El primer intento
fue con señas y mostrando el examen, este método fue ineficiente, ya que era
demasiado arriesgado y lo que uno podía agarrar del examen del otro era muy poco, entonces creamos un grupo, con el nombre
grado decimo y estábamos todos los alumnos del salón discutiendo que si nos ayudamos
en todos los exámenes estos iban a ser sumamente fáciles y, por ende, sacando puntajes
altos en los exámenes finales, nuestras notas finales iban a ser altísimas y
todos pasaríamos a once con supuestos honores. Tras varias horas hablando se
decidió que se mandaría fotos del examen al grupo de whatsapp con la condición
de que las personas tuvieran la seguridad en la respuesta. Pues si estudiantes
de colegio tenían un plan maestro de como engañarse a sí mismo porque la gran cuestión
es que asi la idea sea mala ya que los medios para alcanzar mejores
calificaciones no es la adecuada, puede hacer preguntar a muchos estudiantes y
profesores, hasta a los mismos directores, si el sistema educacional ha
producido que al estudiante lo único que le importe es sacar notas altas más su
interés por educarse y tener un amplio conocimiento disminuyo hasta tal punto
que el único interés estudiantil es una nota.
Era el
primer día de nuestra idea de examen a la fotografía, la mitad del grupo iba a
ser la primera en probarla, ya que ellos tenían química con los temas dados por
el Ministerio de Educación Nacional, yo hacía parte del bachillerato internacional.
Ellos empezaron su examen mientras nosotros estábamos en biología, (es
importante aclarar que en bilogía no era necesario hacerlo ya que la materia no
se nos complicaba mucho y los otros métodos sí nos funcionaban) siguiendo con
la historia, la mitad del salón a la que pertenecía estaba a la expectativa de
que iba a pasar con el plan maestro que habíamos creado. cuando se acabaron las
dos horas y salieron del examen los de química, todos nos reunimos, nos miramos
a los ojos y, así como en una película de suspenso, quedamos en ese silencio
incomodo, donde no se sabe que decir hasta que un compañero dijo lo que todos
esperábamos “FUNCIONÓ”, la cara de todos cambio y se sintió un descanso por el
hecho de que teníamos el método perfecto para subir las calificaciones,
decidimos por esa razón seguir haciendo el chancuco, pero, como el examen fue
un viernes, tocaba esperar a la otra semana para poder hacer los de
matemáticas, física, química para la mitad del bachillerato internacional y
biología con el sistema del Ministerio de Educación Nacional.
Obviamente,
nosotros nos seguimos preparando para los finales, y el fin de semana mi grupo
de estudio se reunimos sábado y domingo para estudiar, llegó el esperado lunes.
El suspenso y las risas por lo que íbamos a hacer estaban presentes. Yo pensaba:
“la voy a sacar del estadio en este examen de física, soy una “maquina” un
pensamiento vano y que no veía más allá de las notas. Empezó el examen de
física y todas las personas estaban concentradas haciéndolo, pero uno miraba
más abajo del torso y se podía ver la pequeña silueta del celular. Terminó el
examen y todo salió como esperábamos. Era la copia perfecta, ya nos veíamos
haciéndola en once, pensábamos que éramos los actores de la gran estafa. Esta sensación
creo que la ha tenido más de un estudiante el cual haya hecho chancuco porque
esa sensación y adrenalina que les produce a los estudiantes coronar un
chancuco que es ilegal solo la experimentan de esta manera. El estudiante llega
hasta lo inimaginable para pasar y así mismo se ve con el relato.
El examen
de química y biología tuvo la misma rutina, y todos felices porque los
resultados se nos estaban dando. Llegó el día viernes, último examen del año y último
día de clase, pasábamos a once y nos volvíamos seniors. Ese día lo sentía raro,
no me sentía confiado de nada y pensaba que nos iban a pillar, yo decía: “debe ser
cosa mía”, “eso es porque es el último día”. Las cosas en el día no marchaban
normal, todos los ojos estaban encima de nosotros. Esa mañana paso algo que no
pasaba hace muchos años, el director de bachillerato entró al salón para felicitarnos,
ya que nuestro trabajo, esfuerzo y notas eran ejemplares, nuestro ego se subió
por los cielos y pensamos “ es el último examen la tenemos que sacar del estadio y así no
pensaran nada malo de nosotros”. Pues sí, era hora del examen y empezamos la
marcha final al salón, algo empezó resultando mal: nos habían cambiado el salón
y los puestos no dejaban copiar, ya que eran totalmente destapados, le rogamos
al profesor y, como todos unos abogados y políticos, argumentamos y lo
envolvimos en por qué deberíamos pasarnos de salón; el profesor acepto y estuvo
de acuerdo con la argumentación. Empezamos de nuevo la marcha y le dije a un
amigo: “parce, póngale clave al celular no sea tonto”, a lo que él me responde:
“¿para qué?, eso a mí no me pillan”, y empezó el examen. Todos éramos copiando
del celular y haciendo todo perfecto, cuando “escucho que es eso que tiene ahí”,
miro y era mi amigo, pensé “mierda lo pillaron” y el profesor de inmediato le
quita el celular y mi amigo se pone más blanco de lo que era, su argumento al
profesor fue “no tiene señal. Todos le empezamos a decir: “idiota, pedirle el
celular, él no te lo puede quitar”, Quintero (mi amigo) se levanta con una
valentía y le dice con voz fuerte: “Jaime, vos no me podes revisar el celular”,
a lo que el profesor le contesta: “siéntese y haga su examen”, y viene la frase
(que ha sido el temor de Quintero y con la que se le identifica) “pues creo”.
Por culpa de este hecho todo el salón fue suspendido, pero, como todos unos
amigos y afrontando el problema como caballeros de la era medieval, nunca
dejamos morir a Quintero, y todos los halagos y las expectativas del salón
perfecto, se fueron al piso por el hecho de salirse por el camino fácil. Muchas
veces el estudiante se da cuenta del daño que se hace el mismo y a los demás
que confían en su honestidad, después de cometido el “delito” pero siento que
por esta razón es que los sistemas educativos se deben interesar más en empatizar
con el estudiante, que ellos se sientan cómodos y que no tengan como único contacto
con su colegio las notas, porque como se pudo ver el estudiante llega hasta márgenes
inimaginables para llegar a su cometido y de eso no se trata la educación.
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